LA VACUNAS
Muchas enfermedades
de la infancia antes frecuentes se observan rara vez en la actualidad en
Estados Unidos, lo que es un testimonio de la eficacia que tiene la vacunación.
Una barrera de primera importancia para conseguir buenos resultados en el resto
del mundo es la dificultad para hacer llegar las vacunas a todos los niños. Sin
embargo, aun Estados Unidos se ha convertido en víctima de sus propios
resultados.
El desarrollo
de una vacuna se inicia con investigación básica .Progresos recientes en
inmunología y biología molecular han culminado en la elaboración de nuevas
vacunas eficaces y la institución de medidas promisorias para encontrar nuevas
vacunas candidatas. La identificación de las diferencias en los epítopos reconocidos
por las células T y B ha permitido a los inmunólogos empezar a diseñar vacunas
candidatas para maximizar la activación tanto de inmunorreacciones celulares
como humorales.
INMUNIZACIONES ACTIVA Y PASIVA
Se puede lograr
inmunidad contra los microorganismos infecciosos Mediante inmunización activa o pasiva. En cada caso la inmunidad se adquiere por
procesos naturales (por lo general transferencia desde la madre hacia el feto o
infección previa por el patógeno) o por medios artificiales como inyección de anticuerpos
o vacunas, Los agentes empleados para inducir inmunidad pasiva son anticuerpos
de seres humanos o animales, en tanto que la inmunización activa se logra al inocu
lar agentes microbianos que inducen inmunidad.
La introducción
y el empleo generalizado de diversas vacunas para la inmunización durante la
infancia han reducido en grado Impresionante la incidencia de las enfermedades
infantiles frecuentes en Estados Unidos.
·
Vacuna de la hepatitis B
·
Vacuna combinada de difteria,
tos ferina (acelular) y tetanos.
·
Vacuna inactivada contra
la poliomielitis.
·
Vacuna combinada de
sarampión, parotiditis y rubeola.
·
Vacuna de varicela
zoster
·
Vacuna neumococida
conjugada.
VACUNAS CON MICROORGANISMOS VIVOS ATENUADOS
En algunos casos es posible
atenuar los microorganismos de modo que pierdan su capacidad de causar afección
considerable (patogenicidad), pero retengan su capacidad de reproducirse de manera
transitoria dentro de un hospedador inoculado.
DISEÑO DE VACUNAS PARA INMUNIZACIÓN
ACTIVA
La función de
las células de memoria en la inmunidad depende, e n parte, del período de
incubación del agente patógeno. En el caso del virus de la gripe, que tiene un
período de incubación muy breve (uno o dos días), los síntomas de la enfermedad
se encuentran en desarrollo en el momento en que se activan las células de
memoria. La protección eficaz contra la gripe depende, por este motivo, de que
se mantengan concentraciones elevadas de anticuerpo neutralizante por medio de
inmunizaciones repetidas; quienes están en el más alto riesgo se inmunizan cada
año. En
El caso de los
agentes patógenos que tienen un período de incubación más prolongado, no es
necesario conservar al anticuerpo neutralizado perceptible en el momento de la
infección. El virus de la poliomielitis, por ejemplo, requiere más de tres días
para infectar el sistema nervioso central. El período de incubación concede
tiempo a las células B de memoria para reaccionar y producir anticuerpo sérico
en concentraciones elevadas. Por lo tanto, la vacuna de la polio se diseña para
inducir altas concentraciones de memoria inmunitaria. Después de la
inmunización con la vacuna Salk, las concentraciones séricas de anticuerpo
alcanzan su máximo dentro de las dos primeras semanas, pero la reacción de memoria
no deja de aumentar y llega a sus niveles máximos a los seis meses, con
persistencia durante años.
VACUNAS
CONJUGADAS
Una limitación
de las vacunas de polisacárido es su incapacidad de activar las células TH.
Activan las células B del tipo 2 (TI-2) de una forma independiente del timo, lo
que tiene como consecuencia producción de IgM pero poco cambio de clase,
maduración nula de la afinidad y poco desarrollo, en el mejor de los casos, de células
de memoria. Diversos investigadores han informado la inducción de células
plasmáticas secretoras de IgA que reciben inmunización subcutánea con la vacuna
de polisacáridos neumocócicos. En este caso, como las células TH no participan
en la reacción, la vacuna puede activar células B de memorias específicas de IgA
que se generaron con anterioridad con la exposición Natural de las superficies
mucosas a los antígenos bacterianas. Como estas bacterias tienen epítopos
polisacáridos y proteínicos, Activarían las células TH, las que a su vez
podrían mediar el Cambio de clase y la formación de células de memoria.
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